La isla había pertenecido durante tres décadas a Malcolm Forbes. Tanto sedujo Laucala al norteamericano editor de la revista Forbes que en su testamento pidió ser enterrado en ella. Y, en efecto, sus restos reposan en esta propiedad que, en 2003, fue adquirida por el empresario alemán. El deseo de Mateschitz era que Laucala Island Resort se convirtiera en el mejor del mundo. Con ese fin –además de renovar el establecimiento hotelero–, quiso añadir dos singulares atractivos: por un lado un submarino de siete metros con el que los huéspedes pueden examinar las profundidades marinas y, por otro, un magnífico campo de 18 hoyos que, con el máximo respeto medioambiental aprovechara todo el potencial que ofrecía Laucala, con sus imponentes montes de formación volcánica y las impresionantes vistas al mar.

INMERSIÓN EN SUBMARINO
DeepFlight Super Falcon es un submarino privado diseñado para que dos personas puedan disfrutar de una experiencia semejante a volar bajo el agua con una vista de 360 grados del increíble mundo oceánico, permitiendo adaptar el ritmo a los deseos del piloto, desde un lento crucero junto a animales marinos hasta una emocionante carrera a través de los arrecifes. Según cuentan, Mateschitz tuvo que pagar dos millones de dólares por esta formidable maravilla tecnológica.

GOLF
Para el diseño del campo contrató el estudio de David McLay Scots-Kidd, conocido por el trabajo realizado en formidables campos como Bandon Dunes Golf Resort en Oregon, Guacalito de La Isla en Mukul (Nicaragua) o Castel Course en St. Andrews. McLay-Kidd se encontró con grandes restricciones medioambientales en este proyecto que acabaron por proporcionar a sus hoyos, una perfecta integración en el ambiente, creando un campo de una belleza peculiar. En lugar de un recorrido zigzagueante, diseñó un par 72 con un itinerario que avanza por la jungla desde la costa norte a la sur, para regresar después a su punto de origen. De este modo consiguió el mínimo impacto en el área de plantación de cocos de la isla.

En su amplio abanico de servicios, Laucala mantiene el excepcional nivel de exigencia en toda la isla. Lo tiene en la exquisita cocina que se sirve en cualquiera de sus cinco restaurantes o –a petición de los huéspedes– en las propias villas, a lo largo del embarcadero y en la jungla.

Con sus cuatro villas para tratamientos –cada una con una bañera al aire libre–, una sala de relajación y dos salas húmedas con duchas Vichy e instalaciones de vapor, un salón de belleza, salas de pedicura y manicura y el Spa Garden, Laucala ofrece una magnífica experiencia de bienestar que se complementa con las terapias tradicionales de Fiji, en el más relajante de los ambientes naturales.

Ciertamente, las actividades posibles en Laucala Island Resort son muchas más que las que una estancia forzosamente breve en este paraíso terrenal puede parmitir (como las visitas a caballo a las plantaciones, las experiencias submarinas de su centro de buceo con certificación PADI, el windsurf, el kitesurf y los paseos en kayak o motos de agua).