Lanzarote, pesca prácticamente asegurada |
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Por Dr. Ruperto Oliveró | |
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Acepté la invitación de mi buen amigo, José Calero, uno de los promotores turísticos más importantes de Canarias y creador del complejo Puerto Calero, en isla de Lanzarote, que incluye el maravillo puerto deportivo, con más de 400 amarres, tiendas, restaurantes y una preciosa urbanización con apartamentos, residencial El Cortijo. Puerto Calero está situado en la costa este de Lanzarote, al sur de Puerto del Carmen y relativamente cerca de la capital, Arrecife y del aeropuerto internacional. Se trataba de pescar a finales de agosto en el Torneo Internacional de Puerto Calero, uno de los mejores de las islas Canarias pero por motivos de trabajo no podía en esas fechas por lo cual decidí cambiarla por los días del 21 al 23 de septiembre. La invitación no era para mí, sino para toda la familia, de modo que componíamos el grupo siete personas. Volamos desde Barcelona con Air Europa directamente a Lanzarote, son dos horas y media vuelo. En el Aeropuerto de Lanzarote nos esperaban José Calero y otro buen amigo mío, Manolo Cuenca, gran aficionado a la pesca de altura y que estaba pasando también unos días de vacaciones en Puerto Calero. Desde el aeropuerto nos trasladaron a la zona residencial El Cortijo, donde José nos había reservado una preciosa casa en primera línea de mar con unas vistas maravillosas al Océano Atlántico y a la vecina isla de Fuerteventura. El marco era incomparable, la casa tenía tres habitaciones con baño, salón-comedor, terraza frente al mar y piscina individual de agua salada, ideal para pasar tres días de vacaciones. Ese mismo día cenamos en Amura, el mejor restaurante del puerto y al día siguiente, salimos a pescar con el barco de José Calero, Pemidajo, un 22 metros fabricado en Nueva Zelanda, con una popa amplísima y dos sillas de combate. El barco estaba muy bien equipado para la pesca de altura, llevábamos seis cañas, dos de líneas de 50 libras, dos líneas de 80 libras y dos de 130 libras y pescábamos con muestras artificiales. El recorrido fue hacia el norte de la isla en dirección hacia la isla de La Graciosa. Sobre las 15 h tuvimos una fuerte picada sobre una línea de 80 libras, cogí la caña y luché durante tres cuartos de hora con un precioso blue marlin, que en la primera carrera, lo vimos saltar a lo lejos 2 o 3 veces y luego, ya no volvió a saltar. José, como skipper, dio una auténtica lección de cómo hay que manejar los mandos del barco cuando se pesca el marlin, acelerando, parando y forzando la marcha atrás, etc, y siempre teniendo el marlin controlado, es decir teniendo la línea en tensión. Con un skipper de esta categoría me fue más fácil acercar al marlin hasta la popa, fotografiarlo y luego soltarlo. Era un ejemplar que debía pescar entre los 190 y 200 kilos. En cuanto lo soltamos, desapareció rápidamente entre las aguas azules del Atlántico. La alegría a bordo fue inmensa, pues ya habíamos conseguido lo que habíamos venido a buscar; Oriol y Jordi que no habían pescado nunca, estaban alucinados, pues para ellos era una experiencia nueva y apasionante. Luego, tanto Oriol como Jordi, pescaron sendos dorados y se aficionaron definitivamente a la pesca de altura. El la siguiente jornada tuvimos un día espléndido con sol y aguas en calma, pero no tuvimos ninguna picada, su bien tuvimos noticias por emisora de que varios barcos habían tenido algunos contactos de marlin y un par de ellos habían conseguido pescarlos. |
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En Lanzarote la pesca es buena todo el año, pero los mejores meses son los que corresponden de junio a octubre. Se suele practicar el marcaje y suelta y podemos obtener, white marlin, sailfish, swordfish, wahoo y varias modalidades de atún, bluefin, yelowfin, bigeye, albacores, etc. |
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Fotografías por orden de aparición: 1, 3, 4 y 5 Pesca Mizu Fishing y 2, 6, y 7 Shutterstock |
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