El primer día de pesca salimos con retraso pues el capital Bill Mc Cauley venia de St Thomas y al pasar la aduana británica lo retrasaron 1 hora con el papeleo. Este día 18 de Agosto hacia mal tiempo y nos dirigimos hacia el Sur-Oeste de la isla de Virgin Gorda por fuera de los islotes Ginger y Cooper a unas 2 millas de la costa, pues en esta zona la a continental cae rápidamente a grandes profundidades, lugar ideal para ir a pescar el marlin azul South Drop". No habíamos tenido tiempo de poner los cebos en el agua que de repente tuvimos una picada impresionante en una de las cañas de babor, era una caña de 50 libras, y al mismo tiempo, vimos saltar a unos 50 metros un precioso ejemplar de marlin azul que se llevó en la primera arrancada unos 300-350 metros, el hilo salía del carrete a una velocidad de vértigo, a pesar de tener el freno casi a tope, Antonio Sigalés se sentó en la silla de combate y comenzó a intentar frenarlo pero no pudo, el nylon seguía saliendo muy deprisa y ante el miedo de que se vaciase el tambor del carrete, el capitán Mc Cauley comenzó una rápida marcha atrás con el fin de seguir al pez y evitar que se llevase más línea, lo consiguió sólo parcialmente pues aun el marlin consiguió llevarse unos cuantos metros más de nylon, en dos fuertes estiradas, Antonio apenas podía ganar unos metros, pues la resistencia que oponía el marlin era muy fuerte.

Al cabo de una media hora de esta toma y daca, el marlin cambió de táctica y decidió irse al fondo justo debajo del barco, situación difícil y complicada y que muchas veces acaba con la rotura de la línea o bien el pez se suelta del anzuelo, pero en esta dificil situación Mc Cauley nos demostró que era un excelente skipper y que su fama es merecida, con pequeños arranques de motor primero hacia delante y luego hacia atrás fue consiguiendo metro a metro subir al marlin, cada vez que el barco iba hacia delante la linea se ponía muy tensa pero en el momento que el barco ponía la marcha atrás, Antonio aprovechaba para ganar unos metros al marlin, esta operación se repitió unas 10-12 veces, con ello Antonio llegó a conseguir tener lleno medio carrete aproximadamente unos 400 metros pero agotado le dejó su puesto a Santiago que cogió el relevo con nuevas fuerzas.

Había pasado casi 1 hora y el marlin seguía tan fuerte como al principio, Santiago lo peleó durante 45 minutos, con un esfuerzo importante, suerte que llovía, y el agua le ayudaba a refrescarse y limpiarse el sudor, luego me dejó el turno a mi. Cuando cogí la caña deberían faltar unos 250 metros de línea hasta llegar al marlin, y de acuerdo con Mc Cauley, decidimos cambiar de táctica. Bruscamente el capitán puso marcha atrás a toda máquina lo que sorprendió al pez y al quedar la línea destensada, me permitió recoger rápidamente sin esfuerzo varios metros de línea, aproximadamente unos 50 metros, esta maniobra tiene que hacerse muy bien sincronizada entre en skipper y el pescador, pues si la línea queda muy floja o destensada el pez se suelta con mucha facilidad. Hay que intentar que cada metro que el barco va hacia atrás el pescador lo recoja en el carrete para que haya un equilibrio y la linea se mantenga lo más tensa posible, hay que sincronizar la velocidad del barco con la rapidez de recogida del carrete por parte del pescador, lo que obliga a este último a un gran esfuerzo si quiere mantener el ritmo constante. Esta maniobra la hicimos en 5 ocasiones y finalmente a las 2 horas y medía de lucha teníamos el marlin pegado a la popa. El marlin llegó prácticamente muerto, por cuyo motivo fue subido a bordo. Generalmente en las islas Vírgenes los marlins se marcan y se devuelven al mar, sólo cuando es un pez récord o bien llega muerto se sube. Era un precioso ejemplar de marlin azul con un peso aproximado, según los expertos, de 370-380 libras es decir unos 170-175 kg. Picó sobre una caña de 50 libras y con cebo natural muerto.

La alegría a bordo fue extraordinaria, de los 6 pescadores 3 ya habíamos pescado. Este mismo día tuvimos otra picada pero no se enganchó. Al día siguiente, es decir, el día 19 miércoles volvimos a salir pero este día no tuvimos ninguna picada a excepción de algunas barracudas que se nos comían el cebo natural muerto pero sin engancharse en el anzuelo. Pescábamos con 4 cañas 2 de 50 libras y 2 de 80 libras El día 20 jueves se acabó nuestra primera parte del viaje, dejamos las islas Vírgenes británicas para dirigirnos en barco a nuestra segunda etapa en el hotel Caneel Bay de la isla de St. John en las islas Vírgenes americanas. En St. John tenia reservado dos días más de pesca con Mc Cauley los días 22 y 24. La zona de pesca era el famoso North-Drop situada a 20 millas al Norte de la isla de St. Thomas, en el llamado famoso banco de St. Thomas, zona de extraordinaria abundancia de marlins azules en los meses de verano, Es importante resaltar que las picadas de marlin son más numerosas, hasta10 en un día, coincidiendo con la semana de la luna llena, cuatro días antes y cuatro días después. Mc Cauley me lo confirmó.