Cada una de estas 30 villas ha sido diseñada por los arquitectos Bill Bensley y Lek Bunnag, y cuenta con la atenta dedicación de un mayordomo durante las 24 horas del día, que tiene como finalidad procurar todo lo necesario para que sus huéspedes sean lo más felices posibles durante su estancia en Maia.

Las villas, ubicadas entre gigantescas rocas de granito y construidas con materiales y técnicas locales, disfrutan de formidables vistas a la bahía. Además de los privilegios habituales de un hotel de lujo, cada una de estas villas cuenta con su propia piscina infinito privada y un baño al aire libre con perfumes de Hermès.

Si en algo destaca Maia Luxury Resort & Spa es en su capacidad de proporcionar experiencias únicas que sus huéspedes recordarán durante largo tiempo, como nadar con las tortugas, viajar en helicóptero a islas deshabitadas, la inmersión en las ricas aguas de las Seychelles, el lujo balinés de su Spa, los cruceros para disfrutar del sol y el mar y, cómo no, la pesca de altura.

El marlin azul, el wahoo, el atún de aleta amarilla y el pez espada son algunas de las especies que se capturan en estas aguas de las Seychelles, una archipiélago en el que la pesca de altura es sin duda una especialidad. El resort, perteneciente al grupo Tsogo Sun, ofrece para los no iniciados en la pesca excursiones guiadas como emocionante introducción a este deporte. Sin embargo, lo más recomendable para los pescadores es chartear una embarcación equipadas con los mejores señuelos y equipos y capitaneada por alguno de los expertos locales que aseguranrán que no se escape la captura de sus sueños.

Más información en www.tsogosun.com/maia